Entiendo los que laburan en Google.

Como decirlo: a aquellos que están desconformes con su trabajo, que hacen la vaquita para comprar la yerba, aquellos que despotrican porque no tienen respiro. Les digo una cosa: vayan a laburar a Google. La verdad que nunca había visto nada igual. Todo lo que hayan leído al respecto... es verdad. No he visto un solo desarrollador que tenga un monitor menor a las 17 pulgadas (flat, por supuesto) y los diseñadores tienen dos. Tienen una sala de juego para desestresarse (la estrella, algo que me gusta mucho, bloqucitos de legos para armar) patinetas para desplazarse por la oficina (esto es NY, no es Google Plex, así que en California deben tener autos) y lo más importante: un comedor con diferentes opciones (hoy había comida india, sushi, un lugar para armar sus propios sandwiches y otro para armar sus propias ensaladas), bebidas las que quieran y durante todo el día, una cocinita en donde encontrar cereales, frutas (las manzanas estaban espectaculares), cafe, barritas (desde M&Ms hasta barras de cereales), caramelos, lo que quieran.
Le pregunté a una empleada de Google a que venia todo eso. Dice que la filosofía es sencilla. Si se sienten comodos, van a laburar más. Según ella, la jornada promedio de un empleado de Google no baja de las 10 horas y las exigencias tan saladas. De todas maneras la cosa está buena.
En cuanto al evento, la cosa hoy fue light. Eso si, tuve mucha suerte en un sorteo: tuve que presentar mi ejercicio en primer lugar, pero no fue tan grave, zafé bien.
En cuanto a la ciudad, está barbara. Hoy arranque a caminar para el sur de Manhattan. Llegue hasta la punta sur de la ciudad, lo cuál me permitió ver el World Trade Center (sin las torres gemelas, obvio; de paso, estan con la torre de la libertad a todo lo que da) Wall Street y lo que se podía ver de la estatua de la libertad (la lluvia era tal que se formó como una cortina de agua).
Mañana la seguimos...