miércoles, 9 de enero de 2008

In Rainbows


Mientras estoy escribiendo esto estoy escuchando In Rainbows, el nuevo disco de Radiohead.
Escucho Radiohead desde hace más de 10 años, desde la epoca del OK Computer, pedazo de disco si los hay. Yo era muy radical en cuanto al uso de la electrónica en la música. Digamos que nunca fui Hammond, el personaje de Justicia Infinita, pero si la cosa no tenía guitarra eléctrica, entonces no era de mi agrado. OK Computer y UP de R.E.M. me mostraron que en realidad se puede usar la electrónica de manera prolija, sumando a las canciones. Eso si, canciones, ese concepto siempre tiene que estar presente...
Quizás es por eso que Kid A también de Radiohead, nunca me atrapo y lo habré escuchado a lo sumo unas 20 veces. Por eso también me puso contento In Rainbows. Es el Radiohead de las viejas épocas. Ya en el disco anterior se veía que la cosa volvía al rumbo intermedio de lo que fue y lo que estaba siendo. Pero la verdad que el disco nuevo me encantó. Recomendable, muy recomendable.
De este disco no solo me llamó la atención la música, sino su modo de comercialización. El disco no salió en formato físico en un principio, sino que salió en formato digital, mediante descargas en el sitio del disco. Y eso no es lo más raro de todo. Uno podía pagar lo que quería por el disco. Si a uno le parecía que la cosa era para 10 libras (si, era en libras), uno pagaba las 10 libras y el disco ya era legalmente tuyo. Impresionante, sobre todo para alguien como yo, que pagué 3 libras (Uruguayo! :) ).
Estaba leyendo en la Rolling Stone Argentina de Diciembre, lo que muchos músicos decían. Algunos (famosos, como Pearl Jam), decian que era un ejemplo a imitar. Otros que no era para imitar. El que más me llamó la atención fue el de Mike Mills, bajista de R.E.M. que decía que el no creia tanto en la humanidad como para que la gente decidiera cuanto costaba su trabajo...
La cosa que el circo estuvo bueno, pero pasó. Hoy por hoy no se puede bajar más el disco, está a la venta en Amazon (en Uruguay todavía no llegó) y cuesta como cualquier CD de vecino. O sea, está todo bien, pero la cosa fue pura y exclusivamente un experimento. No hay caso, pero los métodos que se suponen muertos, aún viven y a pesar de que otras cosas vienen, lo que realmente está comprobado que funciona (aunque se quejen del negocio de las discográficas) sigue aún funcionando. Por lo menos para los fanáticos como uno, que cada vez que pasa por una disquería vicha para adentro a ver si llegó In Rainbows. Aunque ya lo haya escuchado como 200 veces...

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